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Sinergia entre propósito y estrategia

El reto constante de las empresas por ser competitivas y sostenibles en el tiempo se vuelve más complejo con la velocidad de los cambios en el comportamiento de los consumidores, las tendencias de consumo y un entorno que es cada vez más difícil de predecir. En este contexto es importante que las estrategias corporativas se adapten rápidamente; sin embargo, las organizaciones deben actuar e implementar estas estrategias en el menor tiempo posible.

Aquí es donde juega un papel fundamental la sinergia, que se debe intencionar desde el inicio: cómo el propósito de las organizaciones debe ser la guía que posibilita la ejecución de las estrategias y actúa como un norte claro para la toma de decisiones y acciones de todos los miembros de la empresa.

Mucho se habla del propósito y hay una gran sensación de vacío cuando los propósitos organizacionales no son auténticos, coherentes ni consistentes. El propósito debe ser comprendido a simple vista, sin siquiera conocerlo en detalle; debe vivirse a través de la cultura en todos los puntos de contacto con todos los stakeholders. Es crucial conectar el propósito con la estrategia, porque ambas emergen de las organizaciones y deben ser un motor para movilizar a los colaboradores, nunca algo ajeno a sus valores o motivaciones personales.

Un propósito organizacional que define claramente la razón de ser de una empresa más allá de la generación de beneficios económicos y que es compartido por todos los miembros de la organización permite que todos trabajen con un objetivo común y facilita la rápida adaptación e implementación de los cambios en la estrategia. Esto se da porque cuando las organizaciones tienen equipos alineados a su propósito de forma genuina, se sienten más comprometidos y motivados, lo que se traduce en un mejor desempeño y una mayor capacidad para enfrentar desafíos.

 

 

En el desarrollo de diferentes ejercicios estratégicos, he identificado que para generar esta sinergia es esencial que las organizaciones tengan en cuenta lo siguiente:

  • Definir un propósito superior sincero que conecte en todos los niveles con las creencias, valores y la razón de ser de la organización
  • Realizar procesos de selección donde los colaboradores tengan un propósito de vida alineado con el de la organización
  • Identificar el propósito de los colaboradores actuales y validar si existen conexiones profundas con el de la organización
  • Tomar decisiones ágiles guiadas por el propósito para adaptarse rápidamente a los cambios del entorno
  • Ser coherentes y consistentes con el propósito, aún en situaciones de incertidumbre.

El ecosistema empresarial necesita organizaciones más humanas, desde los colaboradores hasta los líderes somos responsables de encontrar esa conexión y alinear nuestras acciones diarias. Una empresa donde los propósitos coinciden y se compartan, permiten un crecimiento económico rentable, gracias a la atracción y retención de talento humano de alto desempeño, lealtad de clientes y la rápida implementación de estrategias que les permitan adaptarse a entornos cambiantes. 

 

Juliana Arias González

Retos desarrolladores inmobiliarios

Retos del 2025 para los Desarrolladores Inmobiliarios

Un nuevo año es un lienzo en blanco para trazar una estrategia que permita obtener resultados diferentes a los del año anterior, y esto solo se logra haciendo las cosas de manera distinta.

El sector constructor en Colombia enfrenta una de las crisis más duras de los últimos años. Sin embargo, cada crisis trae consigo oportunidades y aprendizajes que fortalecen a las organizaciones. Adaptarse rápidamente a los cambios es una de las lecciones del 2024 y una habilidad clave que los líderes del sector deben cultivar con urgencia.

Con más de 20 años en este sector, he observado cómo las empresas suelen renovar su rumbo al iniciar un nuevo año: lanzamientos de proyectos, nuevas campañas, renovaciones de imagen de marca, inversiones en medios diversos. A pesar de los esfuerzos, los resultados muchas veces no cambian. El año transcurre resolviendo el día a día y esperando que el siguiente traiga mejores oportunidades, porque este año no se logró lo esperado. Al analizar estas dinámicas encuentro una constante se repite: aunque cambie la forma, el fondo permanece igual, vacío y sin un propósito claro.

El mayor reto para los desarrolladores inmobiliarios en Colombia en el 2025 es reconectarse con su esencia: quiénes son, qué hacen, para quiénes son relevantes y cómo generan valor para sus clientes ideales. Tener claridad sobre el propósito y el «juego» que quieren ganar permitirá sortear los desafíos del entorno y encontrar siempre un camino hacia el crecimiento y la generación de valor.

 

Cinco focos estratégicos para el 2025

Hacer espacio para reflexionar estratégicamente es complejo cuando el año ya está en marcha, por lo que enero es el momento ideal para que los líderes empresariales analicen el entorno y adapten su visión. Hoy les comparto cinco áreas clave que considero fundamentales para trazar una nueva ruta en este año:


      • Adaptabilidad: ¿Qué tan ágiles somos para responder a los cambios del mercado, económicos y políticos? Potenciar la flexibilidad en los equipos será crucial.
      • Sostenibilidad: ¿Estamos abordando la sostenibilidad como un eje estratégico o solo como un requisito comercial? La sostenibilidad puede ser una ventaja competitiva.
      • Tecnología: ¿Hemos incorporado herramientas tecnológicas que optimicen procesos y mejoren la experiencia del cliente? La digitalización debe ser una prioridad.
      • Diversidad de productos: ¿Estamos creando ofertas alineadas con las verdaderas necesidades del mercado? La relevancia y el valor percibido son determinantes.
      • Colaboración: ¿Hemos considerado alianzas con empresas de otros sectores para desarrollar proyectos más completos e innovadores? La colaboración intersectorial abre nuevas posibilidades.

 

Una brújula hacia el propósito

Antes de llenarse de metas y planes, es esencial detenerse y reflexionar sobre el propósito que guía cada acción. Más allá de las cifras y los cronogramas, las empresas que logran trascender son aquellas que integran la sostenibilidad del negocio con un propósito auténtico, generando impacto en sus clientes y en la sociedad.

El 2025 puede ser el año en que el sector constructor en Colombia pase de reaccionar a transformarse, pero para ello es necesario redescubrir el «por qué» y el «para qué» de cada estrategia. Solo así, los desarrolladores inmobiliarios podrán no solo superar las crisis, sino también construir un futuro más resiliente y significativo para todos.

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7 claves para acelerar la reactivación del sector constructor en el 2025

Diciembre marca el cierre de un año desafiante, donde el futuro sigue siendo incierto y lleno de preguntas. A pesar de los múltiples escenarios que se tejen en nuestra cabeza, veo con optimismo que siempre hay un silver lining, la esperanza es contagiosa y el optimismo empieza a recuperarse.

En diferentes escenarios he podido escuchar a líderes del sector constructor, proclamar con alivio la frase  “hemos tocado fondo”. Observando las reacciones que surgen en el espacio donde se dan estas conversaciones, siento que ese fondo puede ser el impulso que necesitamos para saltar hacia lo más alto. Conocer la oscuridad nos permite valorar la luz que siempre estuvo ahí, pero que no supimos apreciar.

En el pasado Foro Económico Sectorial de Camacol, estas ideas resonaron profundamente mientras escuchaba a Roberto Moreno, Presidente de Amarilo, una figura que encarna la visión y el compromiso con el sector constructor en Colombia.

En un salón lleno de empresarios, desarrolladores y líderes del sector, todos esperábamos la tan anhelada «fórmula mágica» para reactivar un sector que genera cerca de 2.000.000 de empleos formales en el país. ¿Cómo podemos crecer cuando las ventas no despegan? La respuesta que nos ofreció fue reveladora, porque esa fórmula ha estado a nuestro alcance todo el tiempo.

Roberto Moreno, con su estilo cercano y humano, nos recordó que la reactivación no es cuestión de magia, sino de visión, estrategia y acción colectiva. Estas fueron las claves que compartió, lo que encuentro valioso de cada una y cómo aplicarlo en las empresas:

Lecciones para un sector más resiliente y estratégico

  1. Esta no es la primera crisis del sector, ni será la última


“Un mar calmado no hace buenos marineros”. Las crisis son oportunidades para fortalecer nuestras capacidades y aprender a navegar en la adversidad. Tenemos que ser capaces de capitalizar los aprendizajes, adaptarnos y ajustar las velas para lograr llegar a tierra firme.

  1. Planificación estratégica con visión a largo plazo

Tener una estrategia clara de largo plazo nos permite anticiparnos a los ciclos económicos y permitir que las nuevas estrategias emerjan de la operación,  sin importar los cambios de gobierno.

  1. La Sostenibilidad como un no negociable de las organizaciones  

Enfocarnos en las necesidades reales de los colombianos y alinearnos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

  1. Decisiones basadas en datos y análisis profundo

La data como validador de cada una de las decisiones nos permite tener claridad del hoy y anticiparnos, siempre que no sea solo para acumular información. Es importante cultivar culturas de manejo y análisis de la información.

  1. Fortalecimiento de la cadena de valor

Proteger el tejido empresarial y brindar estabilidad tanto a las familias como a las empresas de la industria. Fomentar la colaboración entre los sectores público y privado nos permite capitalizar los aprendizajes y generar sinergias que garanticen la protección de los empleos.

  1. Una narrativa positiva para construir confianza

Esta es tal vez una de las claves con la que más me conecté y quienes han trabajado conmigo sabrán por qué. El optimismo inspira. Transmitir que invertir en vivienda sigue siendo una de las mejores decisiones para las familias. Nos cuesta hablar de optimismo en medio de la incertidumbre pero como líderes somos los llamados a contagiar a nuestros equipos. Esta es la verdadera fórmula para hacer que las cosas pasen.

  1. Liderazgo responsable y colectivo

Trabajar en modelos de liderazgo cada vez más humanos y cercanos debe ser una de las prioridades de las organizaciones del sector. Debemos formar líderes que unan, inspiren y fomenten un propósito común, que aprendan a delegar y permitan que las ideas crezcan nos permite tener líderes que puedan afrontar mejor los desafíos y fortalezcan el talento y la resiliencia de sus equipos.

Conclusión: construir juntos el futuro

La reactivación del sector constructor no dependerá de una fórmula mágica, sino de nuestra capacidad para trabajar juntos, inspirarnos y mantener una visión estratégica que trascienda lo inmediato. Roberto Moreno nos recordó que los desafíos siempre traen consigo oportunidades: innovar, fortalecer vínculos y construir un sector más sólido y resiliente.

El sector constructor tiene un impacto profundo en el desarrollo del país. Es nuestra responsabilidad transmitir optimismo, inspirar confianza y liderar con propósito. Porque, al final, la fórmula mágica no está en los números, sino en las personas que se unen con un objetivo claro: construir un futuro mejor para todos.

Juliana Arias González

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Conversaciones entre un emprendedor y un desarrollador inmobiliario

El pasado 27, 28 y 29 de septiembre, Plaza Mayor fue sede de una nueva edición de la Feria de la Vivienda de La Lonja, un espacio para presentar la oferta de vivienda nueva y usada. Este evento se convierte en una oportunidad para que más familias colombianas puedan cumplir el sueño de adquirir una vivienda propia y, con ello, construir un patrimonio.

Este tipo de encuentros no solo favorecen a los compradores, sino también a los actores del sector constructor e inmobiliario. Desarrolladores y comercializadores nos reunimos anualmente para conocer de cerca las propuestas de nuestros colegas y competencia, así como las estrategias que implementarán para maximizar las oportunidades de venta, las cuales han sido tan esquivas en los últimos meses.

Al recorrer los pabellones y saludar a gerentes comerciales y de mercadeo, entusiasmados por la posibilidad de conectar con nuevos clientes, no pude dejar de pensar en una conversación que tuve hace poco con un emprendedor donde discutimos la forma de trabajar de las startups, y no pude evitar cuestionarme cada que pasaba por el pasillo viendo un nuevo stand o un lanzamiento de un proyecto: ¿Qué más podemos hacer para movilizar el sector y verdaderamente reactivar la economía, tal como lo logramos después de la pandemia?

Esa conversación activó una pregunta y es justamente en este momento  donde creo que los ecosistemas de emprendimiento tienen mucho que enseñarnos. Nuestro sector, a pesar de su solidez, tiende a ser rígido, poco flexible ante las nuevas dinámicas, y opera de forma individual. Nos alejamos, muchas veces, de herramientas colaborativas como la co-creación, la innovación abierta y la inteligencia de mercados, elementos que han sido claves para la transformación en otras industrias. ¿Qué podemos perder? En realidad estoy segura que tenemos mucho que ganar.

Comprender al consumidor no debería ser una estrategia exclusiva de unos pocos, ni generar confianza en los compradores e inversionistas una fórmula secreta. Tenemos que democratizar el acceso al conocimiento, aprender de las experiencias exitosas de nuestros colegas, y desarrollar nuevas habilidades que nos permitan adaptarnos mejor a los ciclos de mercado. Al crear redes interconectadas, podemos aprovechar más eficientemente las oportunidades del mercado y, a la vez, fortalecernos frente a los retos que nos afectan a todos.

Lejos de volvernos un sector homogéneo, este enfoque colaborativo nos permitirá crear estrategias corporativas diferenciadas, aportando valor a nuestros clientes y dinamizando la economía, un papel que el sector de la construcción ya desempeña como hemos visto históricamente. De la conversación con el emprendedor quiero resaltar la necesidad de celebrar la diversidad, abrazar las ideas de las nuevas generaciones, conservar la ilusión, no perder la capacidad de asombro y fortalecer una mirada desprovista de paradigmas que nos permitan potenciar el espíritu decidido que en algún momento nos impulsó a crear estas empresas que hoy tienen gran trayectoria. 

No creo que sea utópico imaginar un ejercicio conjunto de innovación, flexibilidad y colaboración entre los diferentes actores del gremio: constructores, desarrolladores, bancos, fiduciarias, compradores e inversionistas. A través de una cultura de co-creación, podríamos trabajar en resolver problemas comunes y generar valor compartido.

Las estrategias de todos estos actores se verían positivamente impactadas si, mediante plataformas colaborativas, tuviéramos acceso en tiempo real a información que nos permitiera ajustar nuestras decisiones rápidamente. Al adoptar tecnologías como el análisis de big data y la inteligencia artificial, podríamos comprender mejor los patrones de comportamiento, las preferencias de consumo y las tendencias emergentes. El sector constructor tendría mucho que ganar al integrar sistemas de análisis predictivo, permitiéndonos anticipar la demanda tanto en mercados locales como globales, y ajustar nuestras propuestas según las necesidades cambiantes de los consumidores.

Para capitalizar estas buenas prácticas de los emprendedores, los actores del sector constructor debemos volvernos más un ecosistema, vernos como colegas más que como enemigos. Podemos competir en el mercado, pero también enfrentamos desafíos comunes que juntos podemos encontrar soluciones y estaremos mejor preparados para enfrentar los retos del futuro.

Juliana Arias González

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Marketing personal: autodescubrimiento y conexión

En las últimas semanas, he tenido conversaciones reveladoras sobre el propósito y la vocación profesional con diferentes personas. Siempre hay una intención de alinear estos dos procesos en la vida, pero es fácil confundirnos con la imagen que vemos se vende en redes sociales y perdemos el foco sobre la importancia de conectar con autenticidad y transparencia, algo que permite generar vínculos genuinos en cualquier entorno profesional. 

Cuando hablamos de marketing, pensamos siempre en estrategias para comercializar productos o servicios, pero pocas veces pensamos que el primer ejercicio que deberíamos hacer es para vender(nos). Es aquí donde es clave entender el concepto de marketing personal como una herramienta que nos ayuda a construir una marca que no solo destaca, sino que también comunica quiénes somos y el valor que podemos aportar en los diferentes entornos profesionales donde nos desempeñemos.

Ya sea que queramos mejorar nuestro perfil profesional, compartir conocimientos como parte de un propósito educativo o simplemente enriquecer la vida de otros desde nuestra propia experiencia, todos estamos construyendo una marca personal. Cuando esta se desarrolla con una estrategia de marketing coherente y alineada, su valor crece y, en muchos casos, se convierte en una fuente de ingresos.

Creer en uno mismo: el punto de partida

Todo comienza con la autoconfianza. Creer en uno mismo no es solo un lema motivacional; es un ejercicio de autoconocimiento y de valentía para reconocer nuestras fortalezas y áreas de crecimiento. Este proceso de introspección es donde el marketing personal toma forma, reflejando nuestra esencia y proyectándola hacia los demás.

Salir de la zona de confort para crecer

El marketing personal es, en esencia, una vía de crecimiento personal. Cada interacción en nuestro entorno profesional nos invita a salir de la zona de confort. Al exponernos, despertamos habilidades y talentos que a veces ignoramos, y en el entorno adecuado, estos dones pueden florecer. Así, cada conversación y experiencia se convierte en una oportunidad de autodescubrimiento, impulsándonos a evolucionar.

Conectar con un propósito superior

A medida que desarrollamos nuestro marketing personal, comprendemos que no se trata solo de reconocimiento, sino de poner nuestros talentos al servicio de algo más grande. Cuando nos guiamos por un propósito superior, el marketing personal trasciende el ámbito individual para convertirse en un vehículo de impacto positivo colectivo. Al aportar a la comunidad o a nuestros círculos de influencia, encontramos un sentido de pertenencia y conexión que eleva nuestra marca personal y profesional.

Conclusión

El marketing personal es, sin duda, un ejercicio esencial para cualquier profesional. Nos permite no solo comunicar nuestra identidad, sino también desarrollarnos integralmente, conectarnos con otros y construir una red de apoyo. En un mercado competitivo, trabajar en nuestra marca personal es obligatorio si buscamos destacar de manera auténtica y, sobre todo, si queremos crecer de manera significativa en nuestra vida personal y profesional.

Juliana Arias González

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Marketing en tiempos de crisis

Para mi, la razón de ser del marketing es crear valor para los clientes y construir relaciones sólidas y duraderas con ellos, a la vez que se alcanzan los objetivos comerciales de las empresas.

Esta mirada de marketing surge de mi experiencia profesional, donde todos los días la estrategia emerge y muta, adaptándose a nuevas necesidades, encontrando el match perfecto entre estrategia, marketing y publicidad, donde las marcas deben trabajar desde el propósito genuino de crear un mundo mejor para los consumidores.

Las crisis son oportunidades, pero cada vez que hay una, el marketing parece ser el primer fusilado. Los presupuestos se estrechan, los recursos escasean y hacer más con menos parece una tarea titánica. Sin embargo hemos sobrevivido a muchas crisis y hemos aprendido a mantener la relevancia y competitividad en el mercado, vendiendo cuando nadie quiere comprar y siendo capaces de romper paradigmas cuando nadie sabe cómo vender. Todo esto gracias al marketing.

El marketing tiene un halo de magia especial. Ve oportunidades donde otros ven problemas. Conecta los puntos y establece nuevas autopistas donde las calles estaban cerradas. Ser capaces de trabajar desde el core del cliente y encontrar esas nuevas conexiones, es lo único que hará que una vez pase la tormenta, el consumidor encuentre en las marcas que estuvieron con él durante la crisis, el aliado top cuando las aguas estén mansas. 

Es  por esto que las estrategias de marketing en tiempos de crisis, lejos de ser reactivas, deben tener componentes a mediano y largo plazo. Hay que invertir en conocer mejor al consumidor, sus miedos, sus preocupaciones, sus angustias, lo que esperan del mundo y de las marcas en épocas de incertidumbre. Desde ahí, la estrategia de marketing debe concentrarse en ser 360, abarcando diferentes canales y oportunidades de comunicación, siempre con un mensaje transparente y coherente.

Hoy les comparto seis principios de mi parqueadero de ideas personal, a donde voy cuando siento que todo se nubla y que espero que les sirva de inspiración para seguir creando y creciendo sus empresas y emprendimientos:

 

      1. Simple y diferente: enfócate en responder de forma clara y sencilla problemas reales de tus consumidores.
      1. Social listening: las conversaciones en redes sociales suelen ser un espacio muy enriquecedor para conocer insights muy valiosos.
      1. Ser auténtico y transparente: la coherencia en el mensaje genera confianza y fidelidad en tiempos de incertidumbre. 
      1. Omnicanalidad: diseña una estrategia de marketing donde puedas conectar por múltiples canales con tus consumidores. Una experiencia integrada y fluida es esencial para mantener la relevancia.
      1. Adaptabilidad y Flexibilidad: Las estrategias deben ser dinámicas y capaces de adaptarse rápidamente a los cambios del mercado. Evalúa y ajusta constantemente tus tácticas para asegurar que están alineadas con las necesidades actuales de tu consumidor. Mide y evalúa todo.
      1. Propósitos que unen: Conecta tu propósito con el de tu audiencia, siempre hay una conversación genuina cuando los propósitos se unen.

 

Las condiciones de mercado actuales nos obligan a repensar las estrategias y a entender cada vez más las tendencias de consumo, los miedos y motivaciones de los consumidores. Lo que ha funcionado antes, no funciona ahora y es una tarea diaria, encontrar la conexión emocional y racional en las decisiones de nuestro público objetivo, si queremos sobresalir en el mercado.